Gin Tonic

Que decir de este magnífico combinado made in England. Como muchos saben o intuyen, esta es una de mis bebidas favoritas junto a la coca-cola, la cerveza o el agua. Que coño, el agua no, el agua para ducharse y para las ranas, que nadan bien.

Esta bebida que mezcla la ginebra y la tónica es una combinación amarga y refrescante a la vez. Bien servida puede incluso ser sublime, pero esto ya depende del bar en el que entres. Si van de sofisticados te cobrarán 5 euros o más, y si quieres disfrutarlo en el bar roñoso de la esquina sabes que te cobrarán de 3 a 4 euros a muy estirar. Yo prefiero el equilibrio entre estos dos bares, pero en el bar de la esquina siempre aprenderás más de la vida que en uno sofisticado, ya que la gente y las cosas que se ven en este tipo de bar es de lo más variopinto. Puedes ver al borracho del barrio explicando batallitas, abuelos carajilleros jugando al dominó, cucarachas por las paredes y el camarero sudoroso y sucio que siempre te preguntará que quieres de malas maneras. Esos bares son una experiencia, aunque no es bueno abusar de ellos, pues puedes acabar convirtiéndote en aquello que tu madre no desearía que fueras nunca en la vida.

A parte de los sitios donde puede ser disfrutado, el Gin Tónic tiene unas propiedades misteriosas que tendrían que ser estudiadas por los científicos, y no me refiero a acabar viendo doble por la ingesta abusiva de la bebida en cuestión, si no al efecto "revitalizante" que puede llegar a tener un consumo moderado. No hay más que ver a la Reina Madre de Inglaterra, que vivió más de cien años y por todos era conocida su afición al levantamiento de codo acompañada de semejante bebida. Yo lanzo la idea por si alguien quiere destinar fondos a dicha investigación en alguna universidad, ya sea en España, Inglaterra, Wisconsin o Massachuset.

Esta entrada se la dedico a todos los aficionados a esta bebida, y en especial a mi amigo Korle, gran compañero de farras "ginebreras", cuyo blog pueden ver en http://kodreone.blogspot.com